miércoles, febrero 06, 2008

Ruta Maya

Por varias razones (hueva, falta de tiempo, tristezas) no había podido dar una crónica de lo que fue mi espectacular viaje a la península de Yucatán.
Fue tan feliz, y de hecho fue tan... renovador. Es cagado o tal vez se figure muy pretencioso pero nada es comparado con lo que pasa allá. Allá hasta te das el permiso de ser más descuidada sabiendo que en realidad no te puede pasar nada y te haces a la vez tan fuerte que te das cuenta hasta donde vas aguantando y demás.
Sobre todo en la grutas de Calcehtok, fue un cielo hacia profundidades de la tierra. Sobreviviendo a ellas, sobrevives a cualquier cosa. Decíamos que sería el colmo que sobreviviéramos sin rasguños mas que barro a esas grutas y que regresáramos a la Cd. y nos rompiéramos un brazo o algo así. Fueron muchas cosas.
Algo que tengo contar y que no nos cansámos de recordar fue lo que nos pasó en Chichen Itzá:

Como era de esperarse, hacía un calor de los mil demonios, había turistas por todos lados y no se veía una sola nube a la vista. No dejan subir a la pirámides ya, sólo vista de arriba a abajo y de frente era lo que teníamos. Todo estaba en su máximo esplendor, las pirámides bellas y soberbias como siempre. Caminamos en grupitos y el mío camino hacia la parte de atrás, donde se suponía que estaba uno de los cenotes. Caminamos y nos topamos con el mercado, la de las 1000 columnas, el baño de vapor y caminábamos y caminábamos y no encontrábamos ningún cenote. El calor iba en realidad fastidiándonos y nosotros cada vez cedíamos más para rendirnos y darnos por vencidos. Casi casi como si fuera una demostración de que no somos de ahí, a ver quien aguanta más.
De repente volteaba al cielo y veía que había nubes y que una de ellas iba a tapar el sol, avisé para que pudiéramos pasar rápido al otro lado del Observatorio sin muchos problemas de las llamas del sol.
Mientras nos rendíamos, íbamos caminando y gritábamos el nombre de Chaac por piedad, lluvia, era muy necesario. Varios de los que vendían nos preguntaban si en realidad hacía tanto calor "somos de un lugar más o menos frío, para mi veintitantos grados ya es una temperatura alta"
le dije mientras también sudaba y sudaba y sudaba.
Hubo una parte donde nos paramos a descansar y fue justamente frente al templo de Chaac, estabámos tirados como iguanas (que allá son lo que aquí las ardillas a Chapultepec) y seguíamos diciendo el nombre. Después de bastante rato, empezaron a llegar los anexados y nos paramos para ya nada mas ver lo que nos faltaba. Ya casi cuando terminaba el recorrido e íbamos al juego de pelota, el cielo se puso más gris de lo que ya se estaba poniendo. No lo podóamos creer, el sol ya estaba más que oculto atrás de las nubes y en eso, que empieza a llover.
Estando en el juego de pelota nos pusimos eufóricos y hasta se me quitó el dolor de cabeza. Todos nos pusimos felices, y corrí al fondo del campo del juego y ahí tome foto. No hacía frío, era de esos climas perfectos donde la lluvia te sirve de refrescante y con gusto nos mojábamos. Me olvidé de la cámara, del celular, del mp3. Todo se mojó por que nos mojçabamos a cántaros. Los hombres empezaron con juegos y unos seguíamos corriendo, tirados, dando vueltas.
Estábamos llenos, satisfechos y el estar ahí precisamente así lo hizo mas mágico.
Seguimos así un rato y hasta me acosté en el pasto y planeaba quedarme ahí. No había arcoiris pero ahí estaba el sol. Hubiera querido que ellos estuvieran ahí, hubiera querido que todos mis queridos estuvieran ahí.
Después lo vendedores nos dijeron que si no nos íbamos a sacrificar "es lo que se acostumbraba, los hombres en el juego de pelota, las mujeres se arrojan al cenote ¿van?".
No éramos tan crédulos, pero las posibilidades siempre están presentes y quién sabe si en realidad estaba Chaac ahí. Fue todo tan oportuno y coincidente que nos hizo pensar que si estamos siendo checados.
Risas risas y más risas ¿qué nos quedaba hacer? todo hasta esa primera semana completa parecía estar a nuestro favor.
No puedo creer que ya hayan pasado 2 semanas, se me hace que fue hace más pero recuerdo todo muy bien, tambien que murió Heath Ledger. Me enteré allá pero ya estaba yo en Palenque. ¿Qué puedo decir? no era algun jueves maldito y lo de Chichen Itzá sí había sido en jueves... Es entrañable y fue tanta la impresión que ya pensaba yo que tanta felicidad no iba salir gratis. Aún es demasiado, por él llegué a pensar que morir era tan fácil que así como pasará, podía ser fácil y desapercibida o algo, no se cómo describirlo, pero no. Aún le lloro a su partida.
Sin embargo dejémoslo en el hermoso recuerdo que fue. Ahí les pongo fotos, igual y organizamos otra y hacemos más horchatas!!!!

No hay comentarios.: